🎤 Hace unos años escuché una entrevista a un neurocientífico que hablaba de Kafka, de su manera de escribir. Contaba que Kafka se sentaba y escribía sus cuentos de un tirón, enfocadísimo en el asunto. Ahí yo pensaba, qué difícil hoy en día sentarse y hacer algo de un tirón, sin hacer cosas en el medio ni dispersarse en otros asuntos. La gente entrena bicicleta fija y mira instagram, camina por la calle y responde mensajes, lee media página y tiene que volver a leerla porque no se acuerda de nada.
🧐 Me imagino a Kafka teniendo que buscar una palabra en el diccionario, y en su lugar usando google, y entonces viendo que le llegó un whatsapp y respondiendo, y cuando quiere volver al cuento ni siquiera acordándose en qué andaba, y al final decidiendo hacer otra cosa. Entonces me imagino a Kafka murmurándome al oído: dejame en paz, puede que haya muchas cosas que no me hayan gustado de mi vida, pero dejame con mis diccionarios, mis obsesiones, mi manera de escribir.
🧶 Entonces me pregunto cómo escribo yo, cuando escribo un poema, o cuando escribo estos textos, o cómo hago las cosas que implican crear algo o resolver algo. Y sé que me enfoco, que un poco me obsesiono y que le sostengo el hilo al asunto hasta llegar al fondo del laberinto y encontrar lo que haya que encontrar.
🖍️ Si en lugar de ver a alguien escribiendo en el celu mientras camina por la calle, ves a alguien bajando del colectivo mientras escribe en su cuaderno o cruzando la calle mientras toma apuntes, puede que sea yo. Hay hilos que si soltamos perdemos, y hay cosas que no queremos perder.
🔍 ¿Podés identificar ese grado de foco con alguna cosa? ¿Tenés la vivencia de haber sostenido la atención en algo hasta pasar la barrera de la dispersión y llegar a esa instancia de creatividad, idea clara o insight? ¿Y la vivencia de haber perdido el hilo y no haber vuelto a encontrar la punta del ovillo, como un sueño que hace un segundo recordabas pero ya no podés siquiera decir de qué se trataba?
🐰 Esta semana es la semana del foco, la semana de no soltar el hilo, de elegir una tarea en la que sostener la atención hasta que, como Alicia, nos sumerjamos en otro mundo. Como Alicia de Lewis Carrol o como el propio Kafka.
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